Cinta escrita y dirigida por Iván Löwenberg y protagonizada por Bego Sainz, Anahuí Allué, Agustina Quinci, J. C.Montes Roldán y José Manuel Poncelis llego a los cines en enero de 2024.
La trama gira alrededor de Bego, una ama de casa que vive aburrida y temerosa de ser intrascendente. Su hijo, sumido en su carrera, ya no la necesita, su esposo evita el tiempo en su casa y ella sospecha que la engaña desde hace tiempo. En plena crisis, se une a un culto religioso donde encuentra el refugio y la contención que necesita, pero donde la convencen de que el fin del mundo se acerca…
Para Löwenberg: La película tiene sus raíces en una historia personal, cuando su propia familia se vio inmersa en la paranoia y la psicosis de un posible “eclipse galáctico”.
Por lo que tomó de inspiración aquella experiencia de su infancia y la adaptó al contexto de una mujer de la edad y estrato socio cultural actual de su mamá;
Queriendo abordar asi las siguientes preguntas: ¿Qué pasa con las mujeres que, educadas para renunciar a sus anhelos en pro del esposo e hijos, de pronto se encuentran con “el nido vacío”? ¿Qué puede haber detrás de una persona para que un posible cataclismo se vuelva su principal motivación?”
No quiero ser polvo que tuvo su premier mundial en el Festival Internacional de cine del Cairo, fue seleccionada en Guadalajara Construye y FicViña Construye 2021, así como en el Málaga Work in Progress 2022, apoyada además por el Fondo Nacional para la cultura y las artes, la incubadora del Festival Internacional de Cine de Guanajuato y seleccionada como Spolight en el Cannes Producer´s Network vía la convocatoria del IMCINE y Marché du Film.
“Varios de los detonadores que en su momento afectaron mi núcleo familiar siguen estando vigentes, quizá de forma más marcada y extendida: la dificultad para distinguir entre realidad y espectáculo, crisis económicas y ecológicas de dimensiones obscenas, la soledad en un mundo híper conectado, expuesto y consumista. Es muy fácil sentirse irrelevante y buscar validación a como dé lugar.”